
En una acción coordinada entre la Guardia Civil Estatal (GCE) y el Ejército Mexicano, se logró el desmantelamiento de una red de videovigilancia clandestina presuntamente utilizada por células delictivas para monitorear los movimientos de fuerzas de seguridad en la zona Altiplano.
Como parte del operativo permanente de la Base de Operaciones Mixtas Interinstitucional (BOMI), fueron aseguradas un total de 17 cámaras ocultas que operaban de manera ilegal en los municipios de Villa de Ramos y Venado. De acuerdo con reportes oficiales, estos dispositivos eran empleados por grupos criminales para detectar y evadir patrullajes de autoridades estatales y federales.
En Villa de Ramos, los elementos estatales lograron ubicar y retirar 15 cámaras instaladas en puntos estratégicos de la cabecera municipal, las cuales vulneraban directamente las capacidades operativas de las corporaciones policiales. La instalación clandestina no sólo representaba una amenaza a la seguridad pública, sino que ponía en riesgo la vida del personal en campo.
En una segunda intervención realizada en el municipio de Venado, fueron aseguradas otras dos cámaras colocadas de forma similar en espacios públicos sin autorización.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado reiteró que este tipo de acciones forman parte de una estrategia más amplia para desarticular estructuras criminales que pretenden operar bajo esquemas de vigilancia ilícita. Además, se trabaja en labores de inteligencia para identificar a los responsables de instalar este tipo de infraestructura ilegal.
El desmantelamiento de estas redes representa un paso importante para recuperar el control territorial en zonas donde organizaciones delictivas intentan establecerse mediante el uso de tecnología para evadir a la autoridad. Las autoridades aseguraron que continuarán con estos operativos para garantizar entornos más seguros para la población.