
San Luis Potosí atraviesa un panorama mixto en materia de seguridad pública, según el más reciente informe cuatrimestral de México Evalúa, un centro de análisis que monitorea la evolución de los delitos de alto impacto en el país. El estudio, que abarca de enero a abril de 2025, se construyó a partir de fuentes oficiales como el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas y el Consejo Nacional de Población. Su propósito es identificar tendencias de violencia vinculada al crimen organizado, comparando los datos actuales con los del mismo periodo de 2024.
En este periodo, San Luis Potosí presenta contrastes marcados. En homicidios dolosos, feminicidios y desapariciones, el estado registra una tasa de 4.9 por cada 100 mil habitantes, lo que representa una disminución del 32.2 por ciento frente al año anterior. Esta reducción lo coloca en el grupo de entidades con desempeño positivo, por debajo del promedio nacional y con una tendencia a la baja, un dato que, sin ser definitivo, apunta a cierta contención de la violencia más letal.
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También el robo de vehículo muestra una mejora relevante. Con una tasa de 23 por cada 100 mil habitantes, San Luis Potosí tuvo una caída del 28.3 por ciento respecto al mismo cuatrimestre del año pasado. Aunque esta cifra sigue por encima del promedio nacional, el descenso representa una señal alentadora. En una línea similar, el robo a negocios bajó un 9.6 por ciento, ubicándose en niveles regulares, mientras que la extorsión disminuyó ligeramente en 0.8 por ciento, manteniéndose por debajo del promedio, aunque con indicios de que podría repuntar.
Sin embargo, no todos los indicadores siguen esa misma dirección. El narcomenudeo se disparó en el estado, con una tasa de 129.8 por cada 100 mil habitantes, la más alta del país. El incremento fue de 60.4 por ciento, lo que refleja un crecimiento significativo de este delito, tanto en volumen como en presencia territorial. Esta cifra sugiere una mayor actividad de redes de distribución de drogas a pequeña escala, lo cual plantea desafíos no solo para la seguridad, sino también para la salud pública y la cohesión social.
Con información de: El Sol de San Luis